sábado, 6 de diciembre de 2014

La ideología del poder: la comedia romántica y la subversión del género en '500 días juntos' (500 days of Summer, Webb, 2009)

"Esta es la historia de chico conoce a chica, pero os adelantaré que no es una historia de amor", así empieza el film 'indie' transgresor en su género: la comedia romántica.


Webb adopta la comedia romántica para presentar un film de amor y desamor, con final endulzado y en el que demuestra que romper con todos los clichés de lo establecido (hollywoodianamente hablando) resulta en un film divertido, fresco y novedoso.

Cliché 1. El amor es una fuerza todopoderosa

Una secuencia propia de un musical, jovial, 'a lo Disney', en la que el amor hace que el protagonista, Tom (Joseph Gordon-Levitt), sienta que puede volar al estar enamorado de Summer (Zooey Deschanel). 

Cliché 2. Masculinidad y feminidad. Roles cambiados
Dice lo estipulado por la clásica comedia romántica que la mujer, femenina, delicada y enamoradiza, deberá convencer al hombre de la necesidad de la unión monogámica, como algo deseable y aspiracional. Que las personas están predestinadas a encontrarse. 
(500) días juntos es explícita en la presentación de sus personajes. La secuencia inicial con la que abre el film presenta a los dos personajes: Tom, que cree en el amor como máxima para alcanzar la felicidad en la vida, y Summer, que pertenece a una familia desestructurada (padres divorciados) y que confiesa que no es una chica enamoradiza ni cree en el amor

Una vez hechas las presentaciones, el diario desestructurado que es la película, sitúa a ambos personajes en roles diferentes. Summer es independiente e incomprensible. Quiere divertirse y, en algún momento, deja a Tom porque no está enamorada de él. Esta es toda la motivación de la película, una historia de desamor narrada desde el punto de vista masculino, un Diario de Bridget Jones con exquisito estilo visual, con fuerza narrativa y divertido
Tom es el que sufre en la relación. Sufre y anhela, y sus sentimientos encontrados se topan con una realidad hostil y de soledad, en la que la forma de diario que presenta el film muestra cómo intenta superar la ruptura y recurre a viejas imágenes y recuerdos: el flashback y flashforward con el que se narra son los sentimientos de Tom, que vuelven a todos esos días felices con Summer
Su incapacidad de superar su ruptura con Summer se narra en la pantalla dividida (expectativas/realidad) en un toque de frescura frente a lo amargo del momento. 


Sin embargo, quizá el gran logro de Webb en (500) días juntos es lograr que el espectador, posicionado en la historia de (des)amor en el punto de vista del personsaje de Tom, sienta empatía con ambos personajes. Como Tom, el espectador ama y odia a Summer a partes iguales. La acompaña en un feliz recorrido por Ikea, se "enamora" de los recovecos de su cuerpo según los presenta Tom... para finalmente decidir no seguir con él, pero el espectador anhela, aún sabiendo el final anticipadamente, un reencuentro con ella. 

Cliché 3. Los 'happy endings' hollywoodienses
Para Kate Stables (Sight&Sound, 2009), (500) días juntos es el Annie Hall (Allen, 1977) para la Generación Y, un film que hace disección cómica de las dis-funciones e in-compatibilidades de una pareja. (500) días juntos no tiene el final feliz que el espectador busca, y, sin embargo, Tom no pierde la fe en la vida, en el amor. consigue finalmente poner ese paréntesis final a los 500) días con Summer. 

Quizás no era para él, como dictan las reglas de las comedias románticas. Quizás, hay una chica que está predestinada a estar con Tom e algún otro lugar de los vastos Estados Unidos. Quizás, ese final feliz es la búsqueda (incansable) del amor verdadero

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