jueves, 17 de septiembre de 2015

Ma ma (Medem, 2015)



Nunca un tráiler y una estrategia de márketing habían sido tan efectivas.

El tráiler, meticulosamente articulado, no hace ninguna justicia a la realidad del film. Mientras que presenta un drama sobre una mujer que se enfrenta al cáncer de mama, e incluso ilusiona con emocionar, el film se queda muy corto de esa intensidad dramática, y adolece, precisamente, de ser capaz de presentar ese dolor, esa historia personal de tantas y tantas mujeres que padecen cáncer de mama en nuestro país. No debemos dejarnos engañar por el tráiler: vende retazos de una historia que nunca logra componer como el tema merece.
Penélope Cruz, protagonista y productora de un ego-film en el que la ganadora de un Oscar se queda muy corta e inconsistente en el papel de Magda. Sin embargo, la revista Vogue España le dedicó un espléndido espacio info-publicitario (en portada, en Newsletter), a ella, a la película, al tratamiento "extraordinario" del cáncer de mama por primera vez en pantalla made in Spain.
Con todo ello, ha logrado ocupar el cuarto puesto del Top 10 semanal de películas en España según datos de Rentrak, con una recaudación de 0,31M€ tras el primer 'Miércoles al Cine' posterior a su estreno.

 Un drama dulcificado, un cuento sobre la vida y la muerte

El primer error reside en  perder la noción del género intentando convertirlo en una película "amable", dulcificada, en la que el drama no resulta tan amargo, con un ginecólogo que canta, un nuevo novio millonario y unas vacaciones en la playa prevalecen sobre el verdadero drama personal de una paciente de cáncer.
Decía Julio Medem que, en este film, quería acercar a sus personajes más a la realidad, de ahí que lo contextualice en la España de la crisis, entre 2012 y 2013, con una maestra en paro, dos sistemas sanitarios (público vs. privado), y un (ridículo) sentimiento nacional de pasión por el fútbol. Sin embargo, se pierde ante las inmensas posibilidades que abre el tema que ha elegido. Ni sus personajes son suficientemente consistentes, ni su Magda (Penélope Cruz) consigue emocionar, y todo parece demasiado encasillado, encorsetado, guionizado, tanto que no consigue traspasar la piel del espectador, que siente que la película es tan artificial como esos planos insertados en los que un corazón digital simboliza la vida y la muerte.

La reflexión que hace sobre la enfermedad, sobre la vida y la muerte y sobre la realidad de la vida en pareja, jamás alcanza a narrar con sinceridad la situación vulnerable de la protagonista.

¿Nuevo Medem?

'Ma ma' es un Julio Medem desconocido. Si bien a nivel cinematográfico compone un poema visual, de montaje creativo y sensorial, de cámaras de distintos puntos de vista, de elección de colores clásicos para componer las emociones (el rojo: la pasión, las emociones, los latidos del corazón, la vida vs. el azul: la frialdad, la muerte, la no- vida, el abismo en el que poco a poco empieza a caer Magda), todo esto destroza la posible empatía que rompa la pantalla y emocione al espectador. Sus personajes despojan a la situación de todo sentimiento, sus metáforas no llegan en el momento adecuado, no deja espacio para el silencio, para la reflexión, para la fragilidad.
Sus dos Mas (el cáncer en el primer pecho, salvable, el cáncer en el segundo, irrecuperable) son una estructura narrativa que bien podría dotar de originalidad al film, pero no lo logra.

Y el espectador se pregunta ¿cómo es posible?

¿Cómo es posible que con ese tema sea incapaz de erizar el vello del espectador en la sala ni emocionar?
¿Cómo puede ser que se hayan construido unos personajes tan planos, tan faltos de sentimiento, tan artificiales, tan ajenos al espectador? Y, lo que es peor aún, ¿cómo puede ser que Luis Tosar y Penélope Cruz firmen su peor actuación en pantalla en los últimos años?
¿Cómo es posible que el relato sea tan inverosímil por darle un final feliz, unas vacaciones en la playa, un marido perfecto, una plácida muerte sin deteriorarse?
  

 La crítica dice...





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